Si estás pensando en adquirir un automóvil con turbocompresor, te recomendamos tener en cuenta estas razones que Turbo te trae.
- Mayor Eficiencia de Combustible: Un motor con turbocargador produce la misma cantidad de energía que uno de mayor tamaño sin turbo, pero utiliza menos combustible.
- Menor Nivel de Ruido: Los motores con turbocargador son menos ruidosos que los de aspiración natural y, además, suelen tener un tamaño más reducido para generar la misma cantidad de energía.
- Mejor Rendimiento en Alturas: A mayor altitud, los motores turbo incrementan su rendimiento y generación de energía. Esto se debe a que en lugares de gran altitud, la presión de aire es menor y el turbo compensa esta situación.
- Ligereza y Eficiencia: A pesar de generar la misma potencia que un motor convencional de mayor cilindrada y tamaño, los motores turbo suelen ser más compactos, lo que permite ahorrar espacio y reducir el peso del vehículo.
- Menor Contaminación: Los motores turbocargados son más pequeños que los motores convencionales, lo que implica un menor consumo de combustible y una menor emisión de dióxido de carbono.
Datos adicionales:
Los turbocargadores se han estado utilizando en motores de gasolina y diésel desde la Segunda Guerra Mundial, evolucionando constantemente para mejorar el rendimiento y la eficiencia.