Motociclista

Cascos certificados aminoran daños ante accidentes de tránsito

La Asociación Automotriz del Perú (APP) reveló que durante los primeros cuatro meses del año se vendieron cerca de 77 mil motos, demostrando que las motocicletas son uno de los vehículos más utilizados en el país, por lo que aún requieren seguir regulándose en materia de seguridad.

A diferencia de los conductores de automóviles, los motociclistas no tienen la protección exterior de una carrocería; al suscitarse un impacto violento, el conductor sale expulsado de la moto, teniendo altas probabilidad de sufrir lesiones internas o externas en el cuerpo y sobre todo en la cabeza En este sentido, surge la prisa de que los usuarios cuenten con cascos certificados, que salvaguarde la vida de la persona.

Regulaciones

Cada vez más se visibiliza para motocicletas y vehículos menores la regulación sobre implementos de seguridad. Desde más airbags en automóviles, hasta cascos de conducción apropiados, capaces de aguantar fuertes impactos. Sin ir muy lejos, este modelo se viene aplicando de forma más rigurosa en Colombia y Chile.

En consideración de lo expuesto, la normativa debería exigir una producción e importación de accesorios que aseguren la integridad de los conductores y copilotos de las motocicletas. Estos accesorios necesarios se han sometido a pruebas de impacto (destructivas) que simulan la atmósfera de un potencial accidente. Como resultado, el casco protege parcial o totalmente el área de la cabeza y/o rostro del usuario.

Joel Jiménez, Gerente de Negocio Protuner del Grupo Crosland, explica que la NTP (Norma Técnica Peruana) toma de referencia principalmente a la norma europea (ECE). Actualmente no hay restricción de importaciones para cascos que cumplan con la NTP; ahora bien, en otros países que han desarrollado sus criterios para estandarizar las especificaciones de los cascos, aceptaron otras certificaciones apropiadas como la DOT (USA) y ECE (Comunidad Europea) para validar la protección ante un accidente de motos.

Es fundamental considerar que todo dependerá de un compromiso colectivo. Desde mejorar la infraestructura vial, respetar las vías peatonales, utilizar y respetar las ciclovías, hasta la construcción de aceras, puentes peatonales, carriles separados para vehículos automotores, ciclistas y peatones, y una adecuada señalización.

Es clave, promover una cultura vial que fomente la responsabilidad y el respeto entre todos los usuarios, solo así se podría preservar la vida de quienes transitan por las calles y carreteras.