Ferrari organizó recientemente una impresionante Cavalcade en Venecia, un evento que reunió a 124 coches de la marca en una deslumbrante exhibición. Entre los vehículos destacados se encontraban 21 ejemplares del exclusivo 812 Competizione A y dos únicos one-offs: el SP-8 y el SP-38. Esta reunión excepcional marcó el inicio de un programa de conducción de cuatro días que permitió a los afortunados participantes explorar algunas de las rutas más pintorescas del norte de Italia, combinando lujo, potencia y belleza.
Día 1: De Venecia a las Dolomitas
El evento comenzó con los clientes trasladándose en lanzaderas desde el lujoso hotel St Regis de Venecia hasta el puerto, donde recogieron sus vehículos. La primera jornada llevó a los participantes a través de la majestuosa cordillera de las Dolomitas. La primera parada fue en el restaurante Alpina 1954, en Passo D'Aune, seguida de un almuerzo en el exclusivo PalaLuxottica en la ciudad de Agordo. La ruta continuó hacia el sur, atravesando la región vinícola de Borgo Luce, antes de regresar a Venecia, completando un recorrido de 390 km.
Día 2: Explorando el patrimonio italiano
El segundo día comenzó con una expedición hacia el sur hasta la imponente Abbazia di Pomposa. Los conductores luego se dirigieron al oeste para almorzar en la bella ciudad renacentista de Ferrara. Por la tarde, la caravana tomó dirección norte para regresar a Venecia a través de la encantadora ciudad de Rovigo, ofreciendo a los participantes una combinación perfecta de conducción y cultura.
Día 3: Ruta hacia el corazón de Italia
El tercer día, la Cavalcade se dirigió hacia el oeste, llegando a la cosmopolita ciudad de Vicenza y luego a Bassano de Grappa. Los coches realizaron un esprint hacia el sureste hasta el aeropuerto de Istrana, donde visitaron la Ala 51.ª de la Fuerza Aérea italiana. La jornada concluyó con una cena temática en rojo y negro en el histórico Arsenale Di Venezia, un evento que reflejó el espíritu apasionado y elegante de Ferrari.
Día 4: El Gran final en Padua
La última jornada comenzó con una excursión por la exuberante campiña de Padua. Los coches se alinearon en el centro histórico de la ciudad, ofreciendo a los residentes y visitantes una vista inolvidable de la colección de Ferraris. Tras un recorrido total de 190 km, los participantes regresaron a Venecia, disponiendo de la tarde para explorar la ciudad y sus maravillosos palacios, plazas y canales.
La Cavalcade concluyó con una cena de gala en la que se organizó una subasta benéfica para apoyar un proyecto educativo en Maranello y otro de Save the Children en la región veneciana, destinado a combatir la pobreza educativa. El evento finalizó con una emotiva despedida, dejando a los clientes de Ferrari con recuerdos imborrables de las carreteras italianas, sus impresionantes paisajes y la exquisita gastronomía del norte de Italia.