Cuando nuestros vehículos permanecen inactivos durante largos períodos de tiempo, se producen una serie de modificaciones y daños. Cónoce más aquí
En este articulo te traemos la importancia de prestar atención y tomar nota de estos cambios para estar alerta.
1.- Batería: Este elemento es clave para el encendido de nuestro auto y al estar demasiado tiempo sin uso podría descargarse, lo que se evidencia, en algunos casos, por los bornes sulfatados o llenos de una especie de óxido.
Recordemos que los autos modernos utilizan cada vez más dispositivos electrónicos, por ello la batería necesita cargarse con el alternador, eso sucede cuando el auto está prendido.
Para evitar inconvenientes, se recomienda desconectar la batería para impedir un consumo eléctrico innecesario.
2.- Interiores: Se debe tener cuidado con dejar objetos sucios, comida (o restos de ella) al interior de nuestro vehículo. La humedad del ambiente ocasiona la descomposición lo que causa mal olor y puede incluso dañar algunos materiales por la proliferación de hongos, bacterias y ácaros. Esto incluye al sistema de aire acondicionado.
Se recomienda retirar los objetos sucios y alimentos, así como hacer una limpieza del interior para proteger los plásticos, acabados y asientos del auto. Además, activar el aire acondicionado al menos 2 veces por semana ayudará a circular aire fresco a través de los ductos.
3.- Neumáticos: Pueden deformarse si están muchos días en el mismo punto de apoyo y perder aire.
Se recomienda mover el auto unos centímetros al menos una vez por semana.
4.- Exterior: Si tienes tu auto estacionado siempre en la calle y no colocaste una funda protectora, debes saber que la pintura está expuesta a los rayos de UV, cambios de temperatura, humedad, lluvia, excremento de aves y contaminación en general.
Estos factores incrementan la corrosión, por ejemplo, los ácidos del excremento de aves afectan el brillo del auto, genera manchas y debilita la pintura haciéndola más sensible a rayaduras.
5.- Aceites y fluidos: El aceite, al no circular, puede formar sedimentos y sufrir los efectos de la oxidación, perdiendo sus propiedades lubricantes y aditivos. Lo mismo sucede con otras sustancias como el refrigerante, limpiaparabrisas, el líquido de freno o de la dirección.
En cuanto a la gasolina, como cualquier líquido, con el tiempo se evapora, por eso se recomienda tener el tanque con la mayor cantidad de combustible, puesto que el vapor que se forma (tras pasar del estado líquido al gaseoso) ocupa menos espacio y ejerce presión, evitando que el proceso de evaporación continúe.
Finalmente, con estas recomendaciones de oro que te trae Turbo, queremos recalcar que siempre estés pendiente del vehículo para una vida prolongada de uso.