El Bugatti Type 52, conocido cariñosamente como el "Baby", es mucho más que un simple coche. Es una pieza de historia automovilística, una obra de arte y un tributo al legado de la marca Bugatti. Originalmente creado en 1926 por Ettore Bugatti para su hijo Roland, el Type 52 es una interpretación a escala del emblemático Bugatti Type 35, uno de los coches de carreras más exitosos de todos los tiempos.
Ahora, casi un siglo después, esta joya se ha reinterpretado y relanzado como una edición limitada que encarna la perfección del diseño, la artesanía y la herencia de la marca.
En la actualidad, el Bugatti Type 52 ha sido cuidadosamente restaurado y reinterpretado en una serie exclusiva y limitada, de tan solo 99 unidades, bajo la dirección de Pierre-Henri Raphanel, quien fue el primer Pilote Officiel de Bugatti. Con una vasta trayectoria en el mundo de las carreras, Raphanel ha dedicado su carrera a perfeccionar la visión de Bugatti, acumulando más de 10,000 pruebas en carretera y participando en competencias icónicas como las 24 Horas de Le Mans y la Fórmula 1. Además, es conocido por haber establecido el récord mundial de velocidad del Bugatti Veyron 16.4 Super Sport en 2010, alcanzando los 431 km/h.
Gracias a su profunda conexión con la marca, Raphanel ha llevado el Type 52 a un nuevo nivel de exclusividad. Su empresa, Nations Racing Legends, ha trabajado para recrear este modelo con una fidelidad extrema al diseño original, utilizando materiales de la más alta calidad y técnicas de fabricación tradicionales que Bugatti empleaba en la época de Ettore.
Cada uno de estos Type 52 es una pieza única y meticulosamente hecha a mano. Estas versiones de lujo del Bugatti "Baby" no son solo réplicas, sino una reinterpretación artística del original, pensadas para ser apreciadas como obras de arte. Están construidas con los mismos materiales que Ettore Bugatti habría elegido, lo que asegura una fidelidad al diseño histórico y al mismo tiempo eleva su valor como pieza de coleccionista.
La serie Type 52 es más que una manifestación de lujo; es un símbolo de la tradición automovilística y un homenaje al legado de una de las marcas más prestigiosas del mundo. Su creación no solo celebra la perfección estética y técnica de Bugatti, sino también la pasión y dedicación de Pierre-Henri Raphanel, quien ha dedicado toda su vida a la marca.