Los habitantes del Valle de Tambo, en la región Arequipa, se alistan para convocar un paro indefinido en rechazo al proyecto minero Tía María, impulsado por la multinacional Southern Copper Corporation. Los líderes de las comunidades locales han expresado su firme oposición al proyecto, alegando que no existe una "licencia social" para su desarrollo, y que este podría causar un daño irreversible a la agricultura local, que es una fuente vital de sustento para la región.
El proyecto Tía María, ubicado en la provincia de Islay, tiene como objetivo la explotación de los yacimientos de cobre en las zonas de Tía María y La Tapada, en la cuenca media del desierto La Joya, cerca del río Tambo. La empresa minera prevé una producción de 120,000 toneladas anuales de cobre, lo que podría generar alrededor de 9,000 empleos directos e indirectos, además de aportar más de 5,460 millones de soles al Estado peruano en concepto de canon minero y regalías durante los próximos 20 años.
Sin embargo, el proyecto ha sido objeto de un fuerte rechazo por parte de los pobladores, quienes temen que la minería afecte gravemente la agricultura local y el medio ambiente. El Valle de Tambo es una región agrícola clave, conocida por su producción de cultivos como papa, arroz, camote, y otros productos de primera necesidad.
Uno de los principales puntos de controversia es el uso de recursos hídricos. A pesar de que la empresa asegura que utilizará agua desalinizada, los habitantes del Valle de Tambo siguen mostrando desconfianza. También existe el temor de que las actividades mineras, como las voladuras y el procesamiento del mineral, puedan contaminar el aire y las aguas, afectando la salud de la población y la calidad de los cultivos.
Miguel Meza, vocero de las comunidades del Valle de Tambo, ha sido claro al afirmar que la oposición al proyecto se basa en la falta de "licencia social", un concepto que se refiere a la aceptación y apoyo de las comunidades locales a un proyecto. Según Meza, las autoridades del Ministerio de Energía y Minas (Minem) están presionando para iniciar la construcción de los tajos Tía María y La Tapada en 2025, a pesar de la falta de consenso en la región y la ausencia de un estudio de impacto ambiental (EIA) vigente.