Scania ha alcanzado un hito revolucionario en la industria del transporte al convertirse en el primer fabricante de camiones que incorpora componentes remanufacturados en su línea de montaje principal. Este avance, logrado en Suecia, marca un paso crucial hacia una fabricación más sostenible y eficiente, integrando principios de economía circular en la producción de vehículos pesados.
Este logro histórico forma parte del proyecto de investigación iReGear, desarrollado en colaboración con el KTH Royal Institute of Technology y Scandinavian Transmission Service AB (STS), y financiado por la agencia de innovación sueca Vinnova. El proyecto tiene como objetivo demostrar la viabilidad de integrar componentes reacondicionados directamente en la fabricación de vehículos nuevos, un enfoque que hasta ahora se había limitado principalmente a la producción de piezas de repuesto para el mercado de posventa.
El primer componente remanufacturado que se utilizó en la línea de producción fue una caja de cambios, la cual fue sometida a las mismas pruebas rigurosas que las fabricadas con piezas nuevas. Esta caja de cambios "como nueva" cumplió con todos los estándares de calidad y rendimiento exigidos por Scania, mostrando que es posible mantener los más altos niveles de fiabilidad mientras se reduce significativamente el impacto ambiental.
La remanufactura de la caja de cambios consumió aproximadamente un 50% menos de material y redujo las emisiones de carbono en un 45%, en comparación con la fabricación de una caja completamente nueva. Este proceso no solo reduce la demanda de recursos naturales, sino que también ayuda a disminuir las emisiones de CO₂, apoyando los esfuerzos de la industria del transporte por alcanzar objetivos climáticos más ambiciosos.
La remanufactura, que consiste en reutilizar piezas desgastadas para crear productos que cumplan con los estándares de calidad de nuevos, se presenta como una estrategia clave para abordar los problemas de escasez de recursos y reducir el impacto ambiental de la fabricación. Sin embargo, en Europa, este proceso ha sido mayormente relegado a la producción de piezas de repuesto, representando solo el 1.1% de la fabricación automotriz.